miércoles, 29 de enero de 2014

Don Jorge Bónsor de Los Alcores (y II)

La valía científica de Bonsor quedó suficientemente probada en la primera parte del presente artículo, del mismo modo que su puesto de privilegio en la Historia de la Arqueología española. Sin embargo, su figura también es criticada por algunos especialistas. Muchos autores se quejan de su confusión, ambigüedad, falta de rigor o parcialidad, aparte de sus ventas de materiales a la Hispanic Sociey of América. De todas estas críticas la más repetida es la última. ¿Pero de qué institución extranjera estamos hablando?

La Hispanic Society of América fue fundada por Archer Milton Huntington el 18 de mayo de 1904 en la ciudad de Nueva York con el fin de establecer una biblioteca y un museo para difundir la cultura española gratuitamente. Actualmente, es el mayor y más importante museo de arte español fuera de España, con valiosas pinturas de artistas tan consagrados como El Greco, Zurbarán, Ribera, Alonso Cano, Velázquez, Goya o Joaquín Sorolla, entre otros. 

Pero además la Hispanic Society of América cuenta con una de las mejores colecciones de cerámica hispanomusulamana y con valiosas muestras de joyería, orfebrería, arqueología, tejidos, grabados y fotografías, así como con una biblioteca con más de 15000 libros, del que destaca una primera edición del Quijote.

Jorge Bonsor se convirtió en uno de los principales proveedores de antigüedades y piezas arqueológicas a esta institución fundada por su amigo y mecenas Huntington. Las ventas se produjeron en cinco lotes, en 1905, 1906, , 1908, 1909 y 1910. Muchas de ellas fueron efectuadas en París, centro de las operaciones de Huntington en Europa, o bien en envíos directos en vapor desde Sevilla a Nueva York, convenientemente embaladas en cajas. Las principales ventas que efectuó Bonsor fueron las siguientes:

● 1905:Vendió varios vasos de cerámica campaniforme de El Acebuchal y materiales de la Cruz del Negro, azulejos hispano-moriscos, dos ejecutorías de linajes de dos personajes de El Viso del Alcor, ... Regala varias piezas de la Necrópolis romana de Carmona, así como un traje de seda del siglo XVIII para la señora Huntington.
● 1906: Cerámica campaniforme de EL Acebuchal, marfiles grabados fenicios y otros objetos de la Cruz del Negro, Bencarrón, Santa Lucía, Alcantarilla, Cañada de las Cabras y Huerta Nueva.Una serie de figuras de tamaño natural de un belén del siglo XVII, dos columnas salomónicas, un Ecce Homo del “divino” Morales (pintor español del siglo XVI), una colección de azulejos y una ejecutoría del siglo XVII.
● 1908: Cerámica campaniforme de El Acebuchal, objetos de marfil de Cruz del Negro y El Acebuchal, brazaletes y broches del cinturón de la Cruz del Negro, cuchillos, armas de bronce e hierro de la Cruz del Negro, el carro votivo de Bencarrón y otros objetos romanos que entraga personalmente a Huntington en París. Por otra parte, envía en cajas un ánfora romana, una pequeña pieza de cerámica rojiza con decoración floral de El Viso del Alcor, cuatro proyectiles de piedra del Castillo de Mairena del siglo XIV, una urna de la Cruz del negro decorada con círculos concéntricos, una urna romana,...
● 1909: Un lote de 50 piezas de cerámica popular española de diversos puntos de Andalucía, concretamente de Almería, Andújar, Granada y Triana.
● 1910: Gran parte de los ajuares de la necrópolis romana de Cañada Honda.

Bonsor envió además dibujos y notas descriptivas sobre todos estos materiales, especialmente los arqueológicos. Huntington se convirtió también en el editor de las principales obras de Bonsor.

 La opinión de Amores Carredano, Doctor en Geografía e Historia España con respecto a las citadas ventas es clara: “Yo pienso personalmente que quizás haya que agradecerle a G. Bonsor que vendiera aquéllos materiales dado el medio de incomprensión general, con que se hubiera acogido su labor en muchos círculos institucionales y quizás, gracias a sus ventas, hayan llegado hasta nosotros bien conservados”.

Del mismo modo, Jorge Maier tampoco considera a Bonsor un expoliador de nuestro patrimonio arqueológico por vender los objetos fruto de sus excavaciones a la Hispanic Society. Considera tal acusación una leyenda negra que conviene contemplar en sus justos términos, por lo cita varios argumentos para rebatirla:

 - Estas ventas estaban permitidas por la legislación que existía en españa sobre la exportación de antigüedades. Las ventas fueron interrumpidas definitivamente en 1911 cundo la legislación cambió y ponía más trabas a dichas exportaciones.
n Bonsor nunca vendió ninguna pieza que no fuera destinada al Museo de la Hispanic Society, con lo que toda su colección se encuentra reunida en un mismo Museo, que por otra parte garantizaba su conservación y evitaba su dispersión.
 - La finalidad de estas ventas era compensar los enormes gastos que le ocasionaban a Bonsor el acondicionamiento del Castillo de Mairena del Alcor y su mantenimiento, además del de la Necrópolis de Carmona, más si cabe teniendo en cuenta el carácter privado de su actuación.
 - Las ventas de Bonsor contribuyeron considerablemente a la formación de una de las colecciones más importantes sobre la cultura española en Estados Unidos, a la vez que contribuía a la difusión de nuestra cultura en ese país, y de esta manera lograr también la formación y m,antenimiento de sus propias colecciones en España.
 - Este tipo de actuaciones no fueron sancionadas en la époco, todo lo contrario, tal como lo demuestra que tanto a Hunginton como a Bonsor les fue concedida la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, en 1929 y 1930, respectivamente.

El mayor momento de reconocimiento de Bonsor fue el mismo año de su muerte, en 1930, cuando cede al Estado español la Necrópolis de Carmona y su Museo, cuyos terrenos había comprado junto al farmacéutico carmonense, Juan Fernández López, en 1881. Dicha acción fue magníficamente acogida por autoridades, investigadores y amigos, que agradecieron y reconocieron su contribución al enriquecimiento del Patromino histórico-artístico español, con la cesión de tal significado monumento.Dicho agradecimiento se plasmó materialmente en la concesión, ya referida, de la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, máximo honor que daban entonces las autoridades de este país, el 14 de agosto, cuando Bonsor estaba en su lecho de muerte, pero totalmente lúcido. Jorge Bonsor Saint Matin falleció al día siguiente, el 15 de agosto de 1930, a las cinco de la tarde, de una enfermedad que fue diagnosticada como ciática, en el Castillo de Mairena del Alcor. Fue enterrado el día 16 en una sencilla tumba del cementerio de Mairena.”Concluyó así la vida de un pionero indiscutible de la arqueología española, además de hispanista y apasionado amante de nuestra cultura, de sus gentes y de su geografía.”



Extraído de http://historiaviso.blogspot.com.es


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